lunes, 24 de diciembre de 2012

UNA NAVIDAD SIN JESÚS: ¿EL NUEVO ESPÍRITU DE LA NAVIDAD?

"Porque de tal amnera amó Dios al mundo que hadado a su Hijo Unigénito..." Juan 3:16
A pocas horas de celebrar una navidad más mi mente evoca aquellas navidades vividas durante mi niñez y añora aquel espíritu navideño que cada vez está más lejano al presente. Esas navidades en donde con mucho entusiasmo recorría los locales comerciales para observar sus nacimientos, que eran preparados con mucho esmero y sentido del detalle, logrando cautivar el corazón de creyentes como yo y esperar con ansias la medianoche y en un fraternal abrazo con la familia recordar el natalicio de Jesús, el Hijo de Dios.
Recuerdo bastante un gigantesco nacimiento movible que se erigía en la entrada principal del Centro Comercial Camino Real en San Isidro, Lima. Los nacimientos eran los encargados de sembrar en el público que los observaba el espíritu navideño, los árboles y los Papá Noel eran sólo unos buenos complementos de la navidad.  Treinta años después la situación se ha invertido Papá Noel, los árboles y aún el baile del caballo son los actores de estas navidades aliados por el bombardeo publicitario a que somos sometidos.
Un spot publicitario de una conocida tienda por departamentos usa como slogan: "Vive la nueva Navidad en ........." , esta es pues la nueva navidad, orientada al consumismo y sostenida sobre las bases de la moda, los lujos innecesarios, la frívolidad y totalmente alejada de Cristo, que debería de ser la razón de ser de esta festividad.
Al recorrer dos de los centros comerciales más grandes de Arequipa, no encontré por ningún lado un solo nacimiento, pero si atractivos y bien decorados árboles navideños. No existen mensajes alusivos al nacimiento de Cristo, así mismo al participar en actividades navideñas en colegios y centro de labores, muy bonito el agasajo para los niños, los regalos, los números artísticos que se presentan pero casi nadie recuerda al "dueño del Santo". 
Con estos comentarios no quiero parecer un "aguafiestas", un fanático cristiano, ni mucho menos caer en la cucufatería de incentivar a que oremos toda la noche, ni tampoco caer en al ingenuidad de perdirle a las tiendas que se alejen de su interés de hacer negocio para ganar dinero; lógicamente como todo ser creyente, mi casa está decorada con distintivos navideños y tengo preparado los regalos para mis hijos pero siempre recordando que el centro de la celebración es el conmemorar el nacimiento de Jesús.
A pesar de todo el panorama negativo que veo con mayor frecuencia cada navidad, es digno de destacar los esfuerzos que hacen muchas instituciones y personas en las que aún permanece el espíritu navideño y desarrollan actividades caritativas en favor de los necesitados y afligidos y de esta manera realizan lo mismo que hizo el Salvador, servir al prójimo.
Esta es una fecha muy especial, en las que tanto creyentes como muchos ateos y agnósticos sienten un sentimiento especial de dar y ofrecer amor a quienes les rodean, y ese es el espíritu de la navidad. Que podamos mantenerlo vivo en nuestros hogares y que ese sentimiento no se convierta poco a poco con el pasar de los años en una víctima del consumismo desenfrenado y para nada cristiano.
¡Feliz Navidad! y recordemos al "dueño del Santo".

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