miércoles, 19 de diciembre de 2012

EL PERÚ VISTO DESDE EL SEXTO

EL SEXTO
JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
Editorial Horizonte. 2011. 
Lima.Perú
El pasado 2 de diciembre se recordó un año más de la desaparición del gran escritor, antropólogo y etnólogo peruano José María Arguedas, uno de los abanderados de la corriente indigenista. Una de sus obras más crudas e impactantes es sin lugar a dudas  El Sexto, en donde narra su experiencia en prisión. 
En 1937, José María Arguedas como estudiante sanmarquino indignado por la visita del general Camoratta de la policía italiana a su casa de estudios, participa en las protestas contra la visita del fascista y es apresado (según mi profesor de literatura en el colegio me contó que agarraron al militar y lo tiraron a la pileta), siendo conducido a la prisión del Sexto que se ubicaba en pleno centro de Lima en la Av. Alfonso Ugarte. En donde permaneció cerca de un año.
Arguedas decidió escribir su novela en 1939 pero recién en 1957 empieza a redactarla y es publicada finalmente en  1961. La primera vez que la leí fue 1995. Quedé cautivado con ella y con el  deseo de volverla a leer pero el prestarla a una compañera de clase me costó el tener que esperar hasta este año para adquirirla de nuevo y cumplir con mi postergado anhelo de leerla una vez más. La edición que presenta editorial horizonte, publicada el año pasado con motivo del centenario de José María Arguedas, incluye a manera de prólogo el estudio del poeta y crítico literario Alberto Escobar, titulado “El Sexto o el hábito de la libertad”  aparecido en 1965. 
¿POR QUÉ LEER EL SEXTO?
El Sexto por dentro
Arguedas relata su historia bajo el nombre de Gabriel y lo hace con gran realismo y crudeza, escenas terribles como el que la libertad pueda significar para el preso oriental denominado el japonés, defecar con tranquilidad y sin las perturbaciones abusivas del Puñalada y su clan quienes siempre buscaban empaparlo con sus heces,  la asquerosa manera de alimentarse de los “lame sangre”  o  el proxenetismo al menudeo en plena cárcel y la impunidad que campeaba en el reclusorio a pesar de ser el supuesto lugar en donde gobierna la autoridad, son descritas sin censura.
En su novela, Arguedas da espacio a distintas ideas políticas y pensamientos del poblador marginal peruano que son expuestas a través de sus diversos personajes. Los mensajes tanto aprista como comunista, ateo como creyente, citadino como provinciano son tratados con una objetividad e imparcialidad admirable, a pesar que en una conversación de los presos, los "compañeros" no salen bien parados: “el oportunismo al menudeo y en lo grande es la línea fiel del Apra”. ¡Toma mientras! ¡qué vigencia tiene esta frase!. 
La objetividad y el respeto que muestra Arguedas por las diferentes ideologías no significa que no denuncie la marginación y la pauperización a las que son sometidas las clases obreras y pobres por el sistema y grupos de poder  y que son encarnadas en las apreciaciones del personaje minero Cámac.  
FRASES Y CITAS ANTI ESTABLISHMENT 
Una clara muestra de la denuncia abierta que hace Arguedas contra el sistema están contenidas en los diálogos entre los personajes del Sexto:
“El pianista (un preso que era abusado) era la peor víctima de la sociedad capitalista..."  
"Los legítimos padres de Puñalada (el más vil de los presos), contra los feudatarios y los capitalistas sin alma. Puñalada es hijo de la miseria, de los barrios de Lima que apestan como el Sexto..." 
"El Perú está pues en manos de unos millonarios, que amontonan su plata hundiendo en la miseria, en la perversidad, en un excusado, a más de la mitad de los peruanos..."  
"Unos viven temblando siempre por el día de mañana, mientras que otros dominan provincias enteras. Para mantener eso tienen que mandar asesinar a muchos, encarcelar a cientos y miles, y a los que tienen más hambre y necesidades los obligan a vivir en la mugre, por el terror..." 
Sin duda palabras que manifiestan una cruda realidad que lamentablemente parece seguir latiendo en la actualidad. Al respecto el  poeta y crítico literario chileno  Yerco Moretic manifestó "...El Sexto, constituye uno de los documentos literarios más desgarradores en la exposición, más violentos en la denuncia y más vibrantes en su conmovedora esperanza que jamás se hayan publicado en el continente, y quizás, en la literatura universal contemporánea”.
Hay otras frases que dan paso a la meditación como:
El aprista muere feliz, si cae en la pelea o en la prisión- nadie muere feliz, oye, amigo; ni Dios murió feliz, a pesar de que salvaba al mundo..."
"Allí donde aparentemente el hombre debía estar ahogado por la inmundicia, transfiguraba de nuevo el Sexto.." ¿es que acaso el vivir en la peor de las situaciones o adversidades no puede redimir al hombre?.
CONCLUSIONES 
El Sexto en los 80's
En esta obra, podemos encontrar reunidos los seres más idealistas junto a la escoria humana, Gabriel manifiesta que a pesar que su compañero Cámac estaba preso, “había recuperado allí el hábito de la libertad”, para entender mejor esta frase tenemos que comprender el contexto de esa época. La dictadura del general Oscar R. Benavides reprimía cualquier ideología que le resultara incomoda. Entonces para Gabriel y los presos políticos, la cárcel les brindaba la oportunidad de pensar y expresarse libremente. Además de imaginar y diseñar un nuevo Perú.
Así como el Leoncio Prado le enseñó a Mario Vargas Llosa a conocer "la verdadera sociedad peruana" , el Sexto le ayudó a José María Arguedas a terminar de conocerlo con  sus vicios y virtudes, aquel mastodonte de cemento en donde convivían la hediondez y la luminosidad del ser humano le sirvió a manera de prisma para tener una visión anhelada del país.












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